Y podían pasar días, semanas, meses o hasta años, pero yo seguiríra amándolo, hasta el fin de esta vida, y si hay siguientes, hasta el fin de ellas. Estoy segura, porque sin ninguna duda, esto, esto es amor verdadero, el que sólo se vive una vez. Porque con un abrazo sentía su corazón latir al lado del mío, y era la sensación más perfecta, que alguien locamente enamorado podía sentir. Y bastaba su mano, para saber que estábamos hechos el uno, para el otro, porque cerca de alguien más, jamás sentiría lo que es ese inmenso amor, ese que me adormecía tan sólo con sentir su piel y su mano entrelazando la mía, ellas formaban algo imposible de borrar o romper, algo que ni siquiera con el tiempo desaparecería, formaban ese lazo entre dos almas que se aman, esas almas gemelas que jamás se olvidarían, porque ese amor las uniría por y para siempre, sin lugar a duda.