Enredados en la distancia amor mío
qué lejos estas y mis ojos no te alcanzan,
hiéreme con tu ausencia amada mía,
ámame en tu recuerdo aun en lejanía,
oye mi voz sin que hablen mis labios,
escúchame entre el eco que toca a tu ventana.
Me gustan tus recuerdos como te gusto en instantes,
como instantes eternos que te anidan en mis sienes,
me gusta hablar de ti, sereno como la noche,
tranquilo como los lirios, liviano como las hojas.
Lejana y distante como el naciente del poniente,
ha donde has ido que mis ojos no te alcanzan,
aun en la distancia no me llames olvido,
no te llamo olvido aunque estés lejana.
No me olvides en esta lejanía,
no me arranques de tu alma enamorada,
dejad que el amor se enrede en tu sangre,
dejad que del recuerdo se escriba este romance.
Recuerda estos versos que nacen de pasión,
recuerda a mi alma enamorada sedienta de ti,
en tu lecho bordado de rosas que sueñes conmigo,
que tus manos de seda contengan la llama del amor,
no me apagues de tu pecho bella mía,
aunque estés lejana te amo en la distancia.