Por dónde empezar mi ángel oscuro,
si me hechicé de tí sin ningún conjuro,
duro esto que me está pasando,
mi alma en pena sigue vagando,
en la triste condena de seguir esperando,
temblando me dejaste el alma una vez que nos rozamos,
dos almas que sin querer nos iluminamos,
estamos separadas en la distancia pero nos comunicamos,
nos sentimos a través de una imagen cuando nos miramos,
creo que a veces reímos, pero muchas más lloramos...
No es fácil añorarte día a día,
vivir en esta mentira cuando lo que quiero es tu alegría,
fuíste tú mi escape en la agonía que encerraba mi vida tan vacía...
y te sigo pensando... después de tanto tiempo te sigo recordando,
intenté arrancarte de mi vida, negarte como alma... pero sigues estando,
es más que una herida, eres tú mi llanto,
eres la huella que no se olvida en este esperanto,
mi alma más divina, mi gemela... esa que estuve esperando,
la que me ilumina y nadie nunca me hizo sentir tanto...
te dedico estas rimas porque eres el cielo, el mar... mi canto...
en la orilla de la felicidad que creo que está en la palma de tu mano,
es la sinceridad y no lo digo en vano,
pues nuestra realidad va más allá porque no te puedo olvidar,
pese al miedo de todo esa es la gran verdad...