Declaro que te amo, como nunca jamás amé.
Pero también debo confesar, que otros brazos, en el pasado, me arrullaron.
Otras bocas, en mi boca se saciaron.
Otras voces, a mis oídos cantaron.
Otras manos, las mías estrecharon.
Otros cuerpos desnudos, en la noche fría, me cobijaron.
Otros ojos profundos, en los míos se difuminaron.
Otros sabores vitales, en mis papilas se conservaron.
Otras esencias vitales con la mía se mezclaron.
Esos amores del pasado, que en el tiempo quedaron,
tengo que admitir, que también me enseñaron los secretos de la pasión,
del arte de amar. Mis límites me mostraron. Mis capacidades me revelaron.
Caminaba perdido por las sendas de esta vida,
cuando te acercaste y con tu mirar me embrujaste.
Desde ese momentos en mi corazón te quedaste,
y todas mis dudas, con tu amor puro, disipaste.
Hoy confiésome solo de ti enamorado.
Quiero para siempre vivir a tu lado.
No me he sentido jamás así amado,
respetado, querido, plenamente aceptado.
Sin ti, soy solo un árbol seco, abandonado.