Emig Paz

La Guerra Imaginada

                                           (A mi amigo de siempre)

Camina el hombre renco

              con su fusil al hombro

subiendo lento la montaña;

atrás quedó la casa, los hijos

                       y la mujer preñada;

entre sueños libertarios

tardía apareció la adolescencia

y la rebeldía de niño indefenso

marchitada fue por las nubes y el viento.

 

Superan al Che sus ideales blancos

                 a Mao Tse o al propio Nazareno,

                 ni la OEA ni el mundo entero

pueden entender la causa de su lucha.

El hombre renco no acepta

haber perdido la batalla

en una jugada de ajedrez político mundial

y quiere iniciar una guerra  

sin la ayuda del mar o el viento.

 

camina solo armando estrategias

buscando defensores salidos de ultratumbas

muñecos de carne y hueso o soldados de cartón.

la vida es corta, fugaz, efímera, más siempre es vida

los pensamientos van tiñéndose junto al atardecer

piensa y sueña en batallas ganadas

en los días teñidos de gris, entre sueños y sueños 

el hombre renco perdió su causa en la cama.

 

El hombre renco soñó un día estar en guerra

no sabemos contra quien.

 

                                              © Emig Paz