LAS ALAS DEL AMOR
Latiendo está el día dos de octubre;
con nubes a por doquier,
con el frío disipándose de a pocos
y con la gente de un lado para otro.
Todos van en una dirección diferente:
unos, con sus mentes ocupadas;
otros, con el trabajo en sus espaldas,
y ellos, con el amor sabe dónde.
En el parque un beso apasionado vuela
con los brazos enlazados entre árboles
y con las manos cargadas de amor,
destilando dulzura bajo las alas del amor.
Hay curiosos que miran tal escena:
unos, con envidia, porque ella... es bonita;
otros, con deseo, de si fuera yo, la cogería ya.
Y otros con la melancolía de estar como ellos.
Ya se asoma el sol
y tomados de las manos la pareja ya se van
como ruiseñores que buscan un nuevo día
para cantarle al amor.
Lentamente avanzan hasta desaparecer
llevando su amor para hacerla florecer
incapaces de soltar su amor
salvo para hacerla volar con primor.
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