Cuando pensé, que ya estabas fuera de mi vida,
llegas, y mi corazón te reconoce.
Cual complice de batallas pasadas...
Sin más, sólo esperó el bien para ti.
Se turba mi mente, y mi corazón sensible
se deja tocar, aún con miedo a sufrir.
Pero, como cosa natural, se lanza nuevamente,
tras duras penas y luchas constantes.
Corazón sensible y traicionero
tu llanto constante me abruma,
y aún así no pierdes la esperanza,
de volver a confiar y creer en el amor.
Amas, sin pensar y los das todo,
quieres todo, y no pides nada.
Te engañas a ti mismo,
por hacerte el duro, siendo frágil y sencible...
Piensas por ti sólo, y me dejas de lado.
Dejas de lado el entendimiento y la razón.
Sólo buscas un momento de amor,
que te dé la energía para seguir latiendo.