De la inmensidad del cosmos
cual astro naciste.
Con tu luz, la negrura de mi alma
iluminaste.
Suspiros profundos salidos de mi yo
encendidos de pasión,
a la redonda de tu donosura
enroscados quedaron.
La sensualidad tuya
reflejada en el espejo de mí conciencia.
En mi raciocinio vértigos de fervor,
sin miramientos alborotan.
.
Tu aureola despabila ensueños,
hechiza sentimientos.
Inmoviliza en mis retinas tu figura
haciéndome su esclavo.
Al escuchar tu voz
su armonía descubre laberintos de felicidad.
qué cual impetuoso torrente,
dentro de mi entendimiento fluye.
De fantasías mi razón se colmó,
al descubrir
los cristalinos desvaríos,
que te aderezan.
bambam