Desde el primer día que te vi supe que eras especial y soñé contigo como el gato con la luna y cuando llegue a ti creí que seriamos felices. No siento que perdí el tiempo a tu lado, todo lo contrario lo viví intensamente, si no te di más es porque no teníamos tiempo. Aprendí que pedirte que hiciéramos más cosas juntos era “estar siempre en lo mismo” y ya sabias todo lo que diría de memoria. Nunca seré lo que buscas ni te gusta quién soy, haz tenido tiempo para pensar en un futuro a mi lado pero no ha sido así, fui yo quién pensó de más. Me siento culpable de todo esto, me tragué el orgullo muchas veces cuando bebí mostrarme fuerte ante algunas situaciones, quizás por ser como soy me enamoré de ti, si fuera distinta no te hubiera amado. Amarte más que a mí me enseñó muchas cosas pero lo más importante, que nunca debo poner a nadie por encima de mí. Recordaré lo nuestro como lo más lindo que me pasó en la vida, tú recuérdalo como el mayor error de la tuya. Quizás nunca fui nada y ahora lo soy o siempre fui alguien y hoy sin ti no soy nada.