APURAN LA PRISA
Y que angustiosa resulta la angustia,
ensombrecen las sombras
y aúllan los aullidos
las rodillas se arrodillan
y que impaciente es la paciencia,
te llamo y no respondes
y cuando al fin respondes
así como dice la ranchera
es para decirme que ya no me quieres,
la alegría se desalegra
la cabeza se descabeza,
las andadas se desandan
y que indiferente es tu indiferencia
como añora la añoranza
y se ensangrienta la sangre,
te busco y no te encuentro
y cuando te encuentro
huyes de mí,
tan cortante la cortada,
tan hiriente la herida,
burbujeantes burbujas,
sajadas yugulares
y cuchillos acuchillados,
como puedes decirme que fingías
y como es que fingías tan bien
que yo me sentía querido,
que melancólica melancolía
que confundida confusión
ruedan mis mil corazones
al mar de los corazones amputados
que desconsolado desconsuelo
que desganado desgano
nace en mi un rencor rencoroso
tu espanto ya no me espanta,
y los días igual amanecen
ya duerme mi dormir
y la muerte no me puede matar
sufrir sufrimientos inútiles
y dolores tan doloridos
sentimientos malparidos,
brindo
porque ya te voy olvidando.
JOHN WILLMER