Él la amaba a ella
ella lo amaba a él
él amaba el arte
mucho mas que ella
pero ella lo amaba a él.
Compartían celosamente
un triángulo artístico
porque él amaba el arte
pero ella era su arte.
Así paso el tiempo
cargado de horas
cargado de otoños
y a la vez de recuerdos.
Al final él decidió amar su arte
pero ella ya no era arte
y sin pensar nada mas
quedo perdida en las letras,
en completa soledad.