Mientras se abre el silencio
al fulgente riego
que difunde tu lengua callada,
mi piel se vuelve de aire
y avanzo los escalones azules
que me conducen por tu verbo dormido…
Percibo el vuelo de tus ángeles,
su candor colorido;
la fragancia dulce de tu sueño…
Descifro el código secreto
y accedo al vuelo de tu mirada…
Alzo el verso genuino en tu ausencia blanca
y empapo el clamor de mi suspiro
con el sol infinito de tu alma…