Mi humilde réplica al soneto \" a la edad de las mujeres\" de Quevedo.
A LA EDAD DE LOS HOMBRES.
De veinte a veinticinco querubines
con cetros destellando por bandera,
venturosa será mujer primera
que goce del camastro en sus maitines.
¿De treinta? Belicosos con florines
escarnio en corazón que conociera
y maltrecha materia lisonjera
en lividez suprema de festines.
Pasando los cuarenta no los mojes,
en prominente panza ya acechando
ni en matinal lascivia los enojes;
posible es que mejillas tú sonrojes
y de pascuas a ramos entonando
darán cordel a estáticos relojes.
¿Sesenta? a sima arrojes.
maduro, pueril, ángel o demonio
no tomes a ninguno en matrimonio.