FENIZ

la luz de tus alas

Tu desnudez  difunde la luz

Que ilumina mi alma

Donde tu belleza como pájaro picotea

Centellante  el óvolo de mis ojos

La luz de tu alma con  amarilla resonancia

Del sol en las praderas de la inocencia

Me lleva a perderme en tus labios

Bebiendo el deseo de cada alba de tu mirada

Bebiendo la pasión en cada pliegue candorosa de tu ombligo

Ere, serás constelaciones en mis horas

Guarida indisoluble del febril amor

Que mi corazón te profesa

 

Borroso se torna las horas que se revelan

En cada mirada. Escombros de vuelos

Que dejo esparcidos en cada esquina de tu piel

 Embriagándome con el palpitante aroma

De  los jardines de tu cuerpo infinito

Dejo caer mi sombra en pleno albedrio

Con ansias de encarnada llama del candil

Emergiendo los fantasmas sin misterios

Aquí me quedo en este trozo de ti

Para luego nacer,

Para luego morir

Sabiéndote luz, vida diseminada

En el telón de mis días que pasan,

Dibujando sueños en cada roce de tu piel

 

Mis pupilas deambulan en cada eco

De vuestros besos

De cada caricia muda

Es allí que mi piel se confunde con tu luz

Gritando en la humedad sorda

El alma se atreve decir lo que el corazón calla.