Los viejos amores nunca mueren
pues se refugian en tu memoria
y cada cierto tiempo renacen
reverdeciendo su gloria.
Y allí empiezan los problemas
con los nuevos amores
que quieren hacerse historia.
Viejos amores inocentes
que cayeron en desuso
que vuelven a estar presentes
en nuestros recuerdos ilusos.
Nuevos amores combatientes
soldados reclusos
que van y vienen del frente
como los nuevos intrusos
del sentimiento naciente.
Ay de los viejos amores
que son nuestra eterna condena
por todos estos los dolores
que nos dejan.
Ay de los nuevos amores
ay de su tonta inocencia
que quieren llegar a ser viejos
y asumir las consecuencias.
Viejos y nuevos amores
conviven en la consciencia
vivos y muertos ardores
que hablan su propia lengua
que hay que saber llevar
con mucha delicadeza
para que lleguen a ser
uno solo y sin vuelta.