Voy a viajar entre arrecifes con destino al olvido,
desmembrar el recuerdo de amarte por siempre…
dejar el desaliento antes que se extinga mi vida,
donde se refleja el gozo inconcluso que hiere,
no quiero mirar atrás, todavía me lastima alejarme,
mis manos están frías, no hay quien me sujete,
quiero vencer la indiferencia que asfixia mi senda,
dejar de suspirar por un querer que nunca ha sido mío,
arrancar de mi boca sus besos, con el veneno que mata,
desterrar de mis pupilas sus miradas furtivas,
y, aquellas caricias perdidas que un día, hice mías,
caricias que no volvieron a transitar en mi piel, jamás,
su esencia insensible, me trajo pesares, me dejo heridas,
el mar de mis ojos se evaporó consumidos en llanto,
suspiro asustada y el silencio se ostenta indolente,
el dolor me ahoga y me derrumba, sin una despedida,
todo es frío y la tristeza comprime mi alma en un aliento,
cómo entender que se amorró mi sonora sonrisa,
las brisas amorosas huyeron con la esperanza y la ilusión,
desvanecido y quieto, se ahogó, el impulso del corazón,
debo abordar, el tren, con destino al olvido, sí, al olvido,
sacar de mi pecho, la amargura que me trae el recuerdo,
confinar en mi lecho, la utopía de amar, lidiar con mi pasado,
aceptar que te has ido y que no vuelve quien nunca ha amado…
Poema original de Luna blanca
03.10.2014 - PERÚ