Hay mujer,
si mis ojos no alcanzaran para verte
ni oler el aroma de tu piel pudiera
ni llegara con mis besos a recorrerte,
que mil rayos del cielo me llevaran.
Hay mujer,
tu que habitas en regiones tan remotas
y tan cerca te adentras en mi nido
con la blanca candidez de una gaviota
que vuela para estar siempre conmigo.
Hay mujer,
que desciendes a mis sueños con ternura
y en mis sueños te adentras tan profundo
que me haces sentir un centinela
recorriendo tus pasos vagabundos.
Hay mujer,
si tan solo tuviera yo un momento
para acompañar la soledad de tu camino
en mi pecho se anclaría el sentimiento
de tener en tus fronteras mi destino.
Hay mujer,
estos hay que me nacen desde dentro
y me afloran para escribirte este poema
le dan fuerza al amor y el pensamiento
para darle vida a la sangre de mis venas.
Ángel Reyes Burgos
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