Jesús Lantigua

LA CHICA QUE ESCAPABA

 

 

Te veo llegar… me late

el miocardio en la mirada;

tú, sonríes perturbada

si pronuncio algún dislate.

Eludes cualquier debate,

retenerte, no consigo.

Sin embargo, yo, prosigo

y cada vez, me subyugas.

¿Será que cuando te fugas

siempre me escapo contigo?