Mis bienes más preciados:
El intelecto que me fue heredado
por una mujer emprendedora,
el arte que me regalaron
los genes de un caballero
de una antigua historia,
los sueños que se inventaron
en las esquinas de mi memoria,
los versos que nacieron
en mis días sin gloria,
el alma que la vida me dio,
y ser poeta
privilegio que el cielo me concedió...©