Octavio Márquez

Thánatos

Suspiro gélido que

se acurruca en los 

brazos de una semilla

antropomorfica, de un árbol

calcinado. 

 

Dedo imperante que 

susurra el óbito

de una orgía atrapada

en un retazo de tinta sabor ocre.

 

Cada paso,

cada beso,

cada exhalación articulada

con sentimientos metamórficos

atrapados en un par de ojos gigantes.

 

Estocada ventosa de la guadaña,

brazos caídos.

Nube que se expande entre

el revoloteo de las cortinas

y útero de nix.

 

                                                         Octavio Aldebarán Márquez.