Amor que nunca te fuiste,
No te salgas de mi abrazo,
No resistiré el rechazo,
Ni olvidar lo que sentiste.
Dime que no te rendiste.
Que me adoras y deseas.
Dime ¿Por qué lloriqueas?
Si permanezco a tu lado
Nunca amé como te he amado,
Si te vas, mi alma golpeas.
Mis palabras son manojos
del sentimiento de amor
y pretendo hacerte honor
besando tus labios rojos.
Mis ideas de temor
de perderte en un futuro.
En el presente seguro,
deseo ser siempre amada,
ser yo tu paz añorada,
ver tu cariño maduro.
Quiero saber si valoras
todo lo que hago por tí,
desde que te conocí,
sentí que tú me enamoras.
En mi mente y alma moras,
se prende una ardiente llama.
Deseo ser única dama,
rehuir sufrir desengaños,
que tu lealtad dure años.
Sentir dicha y nunca drama.
La primera décima es del poema amor tengo el alma triste de José Tadeo Tapanés, las otras décimas son originales de la autora.