rodulfogonzalez

MOSAICO LÍRICO 2

 

 

DIOSA

 

Eres una mujer y una diosa, de poesía vestida, que vi en mis sueños de poeta atormentado y ofrendó a mi cuerpo  impuro, herido por las lanzas de fuego de los años, la ternura que la amorosa madre le dispensa al hijo para confortar su espíritu. Y me creí en el cielo galopando en un caballo blanco contigo, mujer y diosa.

 

CONFIDENCIAS

 

Y desde ese onírico instante, mujer o diosa, te convertiste en la confidente a quien confié, como el pecador a Dios, como el paciente al psiquiatra, todas mis penas y dolores, todas mis debilidades, todos mis fracasos y todos mis sueños de grandeza frustrados. Y fuiste tolerante. Y me diste la medicina espiritual para calmar la depresión que me consumía.

                                  

JARDÍN

 

Y en el jardín de mi escondida covacha de ermitaño, apartado del ruido de las multitudes, sembré rosas amarillas para ti, mujer o diosa.

Y su luz adornó la cascada de tus cabellos.