En una ciudad había un pueblo
en ese pueblo había una escuela,
en la escuela había un maestro,
el maestro tenía una perra
y la perra tenía una perrita
que llamaban azucena
que tenía pelaje canela
y sus ojos brillantes
como dos estrellas.
Azucena con su pelaje canela
nació en la ciudad aquella
donde había un pueblo
que tenía una escuela.
Allí jugaba con los niños
con sus ojos de estrellas.
era hija de una gran perra
que igual que las personas
como madre sueña,
que su hija crezca
y también aprenda
cuando va a la escuela,
donde trabajaba el maestro
que era dueño de ella.
------------
Autor: Alejandro J. Díaz Valero.
Maracaibo, Venezuela