Alma Leticia Salinas
Cuervo4141
10/06/2014
Mexicana
Derechos de autor.
Se empápelo el pensamiento en la sombra del árbol encantado, con susurros de lamentos; caminó entre las estaciones y espero su verdugo con hojas de muerte.
Silbó la noche en torturas de bestias, el corcel de la envidia con traje de flores y cola de serpientes.
Allá se perpetua entre los bosques el fantasma de la infertilidad, que en sombrero de ardillas, se desliza silenciosa en la tierra infértil.
Encorvados son los lamentos del labrador senil que en sembradíos de orugas, vuelan mariposas de flores que aromatizan fantasma de la olvidada primavera.
En penumbras se desvanece la luna, que en dia de otoño se guarece en el sendero ocre, que se pierde en el viaje del viento; con fanfarrias de jilgueros se adormece el sol, en el último momento de su veraniego sediento.
Y allá se mira el hombre , que en desnudez de inmorales pensamientos masacra sin alma a la naturaleza muerta, que indómita y justiciera, va sembrando su furia en el fatídico tiempo.
En esperanza de luz jalan la cuerda los impuros sosiegos y la indulta paz de un alma sin cuerpo; muere el espacio, cabalgan los espectros de los siete elementos de un ser ya casi tuerto y la cruel realidad de su gula sin limite....
Viaja viajero del tiempo en pensamientos apocalípticos en la mañana gélida de los tormentos