“Posiblemente el domingo mas perfecto de mi vida lo había vivenciado…con esa premisa dando vueltas por los recovecos de mi cabeza el lunes seis y media de la mañana me encontraba vaya a saber por que, esperando el tren en la estación de Moron que me conduciría hacia Once para iniciar mis actividades. Hacia unos breves minutos había sido despedido con la mejor bendición que un ser humano pueda recibir, me habían besado dulcemente, un beso lo suficientemente largo y rico como para sumar a mi lista otra adicción mas que ella me genera.. ella se fue para emprender su viaje con otro destino, yo ya para ese entonces esperaba con una gran cantidad de personas con caras de cola, amargadas por que era lunes, aunque sigo sin entender por que se lo sobrevalora tanto al lunes al punto de permitirse modificar sus animos por esta simple etiqueta, pero esto es otro tema…yo esperaba recordando sus caricias, me miraba las manos buscando rastros de su aroma de mujer bella, llegue a contabilizar cuarenta y tres besos en los alrededores de mi boca, rostro y cuello talvez con un espejo el numero bien contabilizado era mayor…en ese instante de no entendimiento, alguien me toca el hombro, en esos microsegundos de pensar en que un no amable punga me ultrajaría, me doy vuelta y sin comprender, ella se encontraba nuevamente frente a mi presencia, mi risa se dibujo de una manera tal que los musculos de mi cara llegaron a su máxima contracción, me miro con sus ojos que enceguecen a cualquier humano o no humano que la mire, y de su tibia mano saco un chocolate, de esos que traen mensajes de amor, me beso, dio media vuelta y se retiro a su destino…
Los segundos pasaron , me subi al tren y viaje todo el trayecto con una felicidad altiva, riéndome y haciendome pis del amor que ella me brinda, con ese pequeño gran detalle que fue ir en busca mio y obsequiarme un chocolate de amor.
Aunque viaje mas apretado que ganado en una fiat seis cientos, y odiando mi conocimiento en anatomía, mi mente analítica me iba indicando la cantidad de veces que me apoyaron y que parte de sus asquerosos aparatos reproductores me apoyaron…yo viaje feliz, arranque mi lunes de la mejor forma posible, viaje a Once con una sonrisa de par en par, jamas olvidare ese gesto en que la mujer de mi vida me endulzo el alma y la vida con un chocolate de amor.”