Ven a darnos un poema
Apreciada poetisa,
Esa pluma que improvisa
Se destaca en todo tema,
Si acaso tienes problema
Desahoga tu escritura
Para observarte en lectura
Con tus versos singulares,
No importa el verbo o lugares
Porque siempre eres figura
Esas manos generosas
Tienen mucho por decir,
O es que ya quieres partir
Por razones misteriosas,
No las dejes silenciosas
Puesto que son bello don,
Ser poeta es profesión
Cuando perdido se siente,
Lo dice quien no te miente
Teniendo buen corazón
Tan solo le hago llamado
A una mujer talentosa,
Que debe estar orgullosa
De su gran pincel dorado,
Una dama que ha pintado
Un sinfín de fantasías,
Brindado siempre alegrías
En escrito inteligente,
Nunca se está indiferente
Ante tales poesías
Brindo con copa en la mano
Por tan hermosa persona,
La que nunca me abandona
Así me encuentre lejano,
Este bello ser humano
Es de mente muy flamante,
Y deja frase importante
En su andar tan prodigioso,
Su sentir maravilloso
Fulge cual gema brillante
Una vez le había contado
De una triste decepción,
Y siempre puso atención
Cuando me vio destrozado,
Nunca se fue de mi lado
En esa mala experiencia,
Y me asistió con frecuencia
Con palabras de consuelo,
Ayudándome en el duelo
Mientras cobraba conciencia
Filósofa, una escritora,
Destacada extraordinaria,
Heroína y legendaria
De la rima, una escultora
De la vida, profesora
De anécdotas, novelista
Del foro, protagonista
Con su obra deslumbrante,
Del soneto, dibujante
Soñadora y gran artista
Por eso quiero nombrarte
En este verso emotivo,
Y te exalto en adjetivo
Aunque no pueda encontrarte,
En tus venas vive el arte
Que se afina en su compás,
Y cual estrella fugaz
Se reinventa en su belleza,
Y te pregunto en simpleza:
¿Alejandra, dónde estás?...