Es como si nos pesara también el alma
también un Te Quiero.
Y llevamos a rastras nuestros demonios
como un axioma, como un pasado burlón...
reducidos, nada mas, a un soplo de brisa.
Es como besarte y besarte, y volver a besarte;
en los ojos, en la nuca, en nervio concéntrico
con mas forma de lunar que de mancha vírgen.
Pero es también besar sin besar.
A otras tierras, mi alma, se ha visto presa del asombro
en otras lunas, mas allá del macro...
si es que tu horizonte se vedó
¿A qué dios pedirle sugerencia?
¿Cómo escondo tras la sonrisa estas lágrimas de solitario?
este templo en ruinas ya.
Blas Roa