Perfecto es el amor,
es pureza y santidad;
el amor cubrirá,
absolutamente, todas las faltas,
pues lo que viene del cielo,
no puede tener maldad.
Ama con sinceridad,
y Dios contigo estará;
no podrá vencerte el mal
y hallarás felicidad.
No preguntes si te aman,
no te debe importar;
hazlo tú, pues esto encierra,
en sí, la eternidad.
Si amas, serás de Dios
y tu alma salvarás;
es Jesús quién prometió
y, seguro, cumplirá.
El amor viene de Dios
y no puede ser pecado,
porque jamás Dios pecó
ni nadie por Él es tentado.
No te dejes engañar
y comienza a practicarlo:
ama a todos, aunque te hagan daño...
¡y nunca dejes de amar!