Emig Paz

La Montaña

                                                                        (A Pascualita Vásquez, Indígena lenca de Intibucá)

Ayer subí a la montaña de mi tierra

y miré la belleza infinita:

sus pies descalzos

sobre el frío de la hierba,

el canto de los árboles

adorando  los dioses,

la música del viento

con voz de pájaros.

 

Subí a la montaña

y sentí suave su piel

con maquillaje de lodo

y el roció disperso en la madrugada,

la envoltura de una mujer de alma blanca

entre telas multicolores

veneraba el día junto a espíritus de muertos,

con la luz del sol cayendo irreverente

sobre el mar,

sobre los peces,

sobre  la playa…

sobre la vida

cargada de tantas cosas.

En la montaña despacio poco a poco

la noche fue dormida por las estrellas

cuando entre el humo del silencio

la voz de Pascualita  dice

la montaña es tu madre hijo

ámala. 

 

               © Emig Paz