Cuando despiertan las sombras de la noche,
inundan con su vuelo la ciudad en sus derroches,
son grandes ilusionistas de amor de papel,
huérfanas amantes para los ojos de los hombres.
Confidentes de miles de historias de vida,
arrastran su propia cruz de dolor y mentiras,
disfrazan sus ojos y sus risas para ocultar,
la soledad que avasalla su alma herida.
Es duro soñar con un mañana mejor,
la esperanza ha muerto, solo sobreviven,
atrapadas en un mundo indiferente,
donde reina el silencio y el olvido.
Solo antes sus familias se quitan el disfraz,
y son capaces de caricias demostrar,
a sus hijos que reclaman su presencia,
inocentes ajenos al drama de sus vidas.
Juzgadas tristemente por la sociedad,
son seres humanos que en silencio gritan,
¡Mírame también tengo derecho a existir¡
aunque no apruebes mi forma de vivir.
23/05/14
FERRA D.R. DERECHOS RESERVADOS