Sois una sonrisa en mi mente cada mañana al despertar,
describir la felicidad que siento es imposible.
Pensar que estas tan cerca pero aún no te siento,
todo un mangar de fantasías alucinando mis neuronas.
Dulce e ingenioso es el placer de amarte,
sin importar que sea correspondido.
Es suficiente lo que siento para los dos,
de forma exquisita para alimentar el alma eternamente.
Pensar en tí es excitante, dominante y placentero,
sin límites de terminar, sin pausa al soñar.
Sois una divina sonrisa, una fantástica manera de vivir,
mi nueva forma de respirar, de luchar y admirar la vida.
Ignorante de cualquier belleza que no te porte,
que no te conforme, que no tenga ni una pizca de ti.
Como un adolescente, amando por primera vez,
sin fronteras, sin trabas, sin miedo a fracasar.