Un día desde hace mucho tiempo, vi tan grande espacio que en ese momento no sabía.
¿Por qué era tan grande?
¡Pensé que estaba lleno pero me di cuenta que no!
¡Ho que gran sorpresa!
En ese tiempo deje volar mis más grandes sentimientos, orbitando como luna mi corazón, mi corazón que parecía una gran y hermosa tierra, un planeta que vulnerablemente viajaba dentro del inmenso infinito, y a pesar de estar tan rodeado de oscuridad siempre lo guío una pequeña luz de esperanza.
¿Qué es esa luz?
-Me preguntaba-
¿Por qué tan lejos?
¿Por qué tan tenue?
Solo en mi sitio la miraba, tan estática, y a pesar de ser tan tenue siempre fue muy bella, ni el mismo sol la apocaba con su inmensa luz.
Hoy que mi línea está trazada, veo más y más grande esa luz, y cada vez que me acerco más me ilumina en su sabiduría, que por tiempo no la entendía y hoy en tu tiempo, sobre mi cae esa gran estela que me da lo que siempre Pensé que sería.
Gracias por ser tú, la luz de mi esperanza.
Marc Téllez González.