Ungida por tu silencio,
que traza sinergias inusitadas
entre mi lengua apasionada
y el amparo sublime de tu aliento…
Puedo romper las palabras
y elevarme por completo
hasta absorber el instante solemne de tus ojos…
Reconozco que anidas el destello infinito,
al penetrar indemne el confín de mi alma…
A la altura de tu brillo entrelucen las fragancias
en la fértil transmisión de tu esencia
y al desplegarme arrebatada
acaricio con fervor intrépido tu presencia…