Érase una vez tú.
Érase una vez yo.
Y todo comenzó.
Como parte de un mismo todo estuvimos durante no sé cuánto tiempo, luchando y forjando nuestro destino.
Luego vino la primer muerte y ese todo se dividió.
Vagamos como diferentes polos de una misma cosa sin reencontrarnos por otro tiempo más.
La gravedad nos atrajo hacia nueva materia y nos vimos cruelmente separados en distintos cuerpos.
Tu hombre, yo mujer
Nuestro viaje por el tiempo continuó,
Vimos nacer civilizaciones y reyes,
Adoptamos costumbres y vestimos de muchas maneras,
Tu hombre, yo mujer.
Estoy segura que te reencontré en todos esos tiempos.
¿cómo no mirarte a los ojos sin saber que eras parte de mi?
Los recuerdos deben estar ahí en nuestra mente subconsciente,
Es lo que nos ha permitido y nos permitirá seguirnos encontrando:
Tu aroma, tu alma, tu sonrisa, tu ser.
Eres y soy. Somos y fuimos parte de un todo.
Que cruel que nos separaron.
Que placer volverte a ver…