Por una rendija, entre las cortinas,
miro todavía de pie al tabachín,
a la entrada de la casa descanso,
cuando no encuentro a nadie por no avisar.
Hay una relación, porque me acompaña,
en los contrastes de estado de ánimo,
conmigo está cuando lloro o sonrío,
al estar tranquilo o desesperado.
En estos días, en las noches por aquí,
es mi referencia a la calma o brisa,
la vida está llena de maravillas,
tiene ya yemas en las ramas que quedaron.
El poco follaje que dispone ahora,
sigue de enamorado con el viento,
refrescan la ventana donde duermo,
como amantes, si no, hace mucho calor.
Falta regular poda y darle forma,
para otra vez, renueve su apariencia,
su ciclo biológico aún no termina,
buen ejemplo a podas que tenemos.
Algunos se fueron con la semilla,
ilusos, sembrarán la que no es suya,
date cuenta, de tu propio árbol aquí,
la tierra del vigoroso tabachín.
Cada uno, llevamos dentro un tabachín,
después de huracanes de la vida,
se mueve la raíz, como el arbolito,
más seguimos en pie para continuar,
bebe agua del Golfo y del Pacífico.
EL POETA DEL AMOR. 24-09-14.
CABO SAN LUCAS, BCS. MÉXICO.