Soy yo
la que vistió de besos
tus desnudas noches,
la que arrulló tu sueño
con mis esperanzas
y dejó su corazón
en cada poema para tí.
Soy yo
la que ilusionó nuevamente
a tu corazón dormido,
la que despertó la pasión
e inundó de alegría
tu callado mundo
que vivía en soledad.
Soy yo
la que pusó a tu paso
alfombras de colores,
la que a tu cielo dió
sentido y calidez,
la que en un abrazo
te dió su corazón,
sin importar que después
pudiéramos llorar.
Soy yo
la que cada letra para tí
era un latido de mi alma,
la que frases buscaba
para lograrte enamorar
y ahora que tanto te ama
quisiera su existencia alargar.
Soy yo
la que miraba las estrellas,
encontrándote en todas ellas,
la que te enseñó
a jugar con la luna
cuando nos hacíamos el amor.
Soy yo
la que invitó al arco iris
a iluminar nuestra cama,
la que siempre te dió su alma,
la que cantaba y bailaba
haciendo sonreír tu camino,
la que nunca esperó un final,
la que quisó hacerte feliz
y que la llegaras a amar.
Soy yo
la impaciente,
la temerosa,
la que mordía sus labios
para callar reclamos,
la que maquilló su cara
para que siempre la encontraras bella
y que tus besos y caricias
hacían que llegaras
hasta muy dentro de mí,
la que conoció tus temores,
la que calmó tus dolores,
la que suspiró al verte
explotar de emoción
en sus brazos,
la que cerró su ojos
para que pusieras tus labios,
la que buscó tu pecho
para escuchar tus latidos
antes de dormir.
Soy yo amor,
la que te ama
y deja todo en tí,
la que con lágrimas en sus ojos
te escribe estos versos
para que los guardes
y los lleves prendidos a tí.
No soy la mejor,
nunca lo fuí,
pero a tu lado
fuí más que feliz,
más que sol y lluvia,
más que flor
fuí jardín,
más que amor
fuí más...mucho más.
Gracias mi cielo,
por siempre estarás en mí,
gracias por lo que
me hiciste sonreír,
gracias por valorarme,
gracias por entregarte,
gracias por tus letras
que las llevo unidas a mí
como si fueran
una segunda piel.
Soy yo
la que te ama
y desea solo tu felicidad
y aunque me parta el alma
si es lejos de mí.
YOLANDA BARRY.