Recorro tu cuerpo,
largamente esperado,
incesantemente buscado
e intensamente deseado.
Conozco cada curva a cada paso
y sin descanso lo repaso,
aprendiendo todas sus bellezas y
descubriendo todas sus sorpresas.
Como un niño abriendo sus regalos,
veo tu cuerpo mostrar sus tesoros,
reaccionando a todos mis contactos,
cumpliendo todos mis anhelos.