Con los ojos con lágrimas cerrados
y los brazos vacíos de tu cuerpo,
con las manos con huellas de tus manos...
te extraño tanto y no parece cierto...
No sentir tu presencia aquí a mi lado,
mientras arrugo con desdén la sábana
y el perfume de ti se ha evaporado...
como el sueño del beso en la mañana.
Con los ojos abiertos y mojados,
recorro las paredes de este cuarto...
el cuadro con tu foto está colgado
¡y mis dedos de tocarlo están hartos!
Los pasos que marcaron la distancia
retumban como un eco en mis oídos
estoy sola y la vida sin tu magia
se convierte en un mero sacrificio.
Te extraño tanto y no parece cierto...
que los años pasaron sin tu risa,
que tu voz emigró y es un desierto
toda esta ausencia que me inmoviliza.
¿Dónde están las caricias y los besos?
¿en qué piel tus abrazos se rindieron?
¿acaso los soltaste en un tropiezo
y por descuido de tu cuerpo huyeron?
¿Dónde están tus miradas y el deseo
que explotaba cuando al mirar mis ojos
descubrías siempre prendido el fuego
dispuesto a concederte tus antojos?
Te extraño como nunca, como siempre
y es en vano mentirle al corazón...
la cabeza inventa excusas y miente...
justificando siempre a la razón.
Si algún día volvieras a mi vida...
llenaría mis brazos con tu cuerpo,
verías mi mirada sorprendida...
¡mientras digo que no parece cierto!