He comprendido que no te merezco,
que la persona que te pidió primero tu amor y tu cariño
clama que le devuelva ese poco de amor
que tu le diste a este pobre corazón roto,
por eso lo devuelvo.
Vuelvo a mi vida solitaria
donde mi conciencia es mi amiga
y donde la imaginación mi novia.
Hasta que una vez más una diosa me enseñe su rostro,
me regale una sonrisa
y me ilumine en su mirada,
pero en su rostro te veré a ti,
en su sonrisa la tuya y en su mirada
lo triste que soy al no tenerte a mi lado.
Por eso sufro,
porque tú me brindaste un amor
que el destino clama por que se lo devuelva a su legitimo dueño
y mi corazón solo ve pasar llorando
segundo a segundo lo que no tengo y ansío tener.
Sufro porque nunca sentí tu calor cuando tenía frio,
por no sentir tus labios juntos con los míos,
porque no pude demostrarte, lo mucho que te amo.