Esteban Mario Couceyro

Mis manos

Estoy sentado, a la mesa
ensimismado, ausente del resto
miro mis manos...
son como dos palomas
descansando todos los vuelos.
 
Son iguales en sus alas blancas
en su alegre canto
pero mucho temo
que ya no emprendan el vuelo
quedando a mi lado siempre.
 
Por que, no se van
y me dejan aquí
a esperar su regreso nuevo
con caricias de mañanas frescas
Y arrullos de cornisa.
 
Mis manos..., las veo
como dos palomas blancas
que ya no se irán a volar
ni estarán, allá en lo alto
dominando mi paso por la calle.