En la adhesión incondicional de su causa y en la tenacidad desmedida, defendieron e impusieron sus creencias al opositor.
Se desbordaron ensoberbecidas pasiones, pueril y ciega atacando de manera violenta e irracional... Aquel piadoso y conocido por todos como hombre caritativo e intachable olvidándose de sus años en servicios a favores suyos, esos que hoy inmisericorde intentaban lincharlo solo por el hecho de pensar distinto y cuestionar el maniqueísmo existente que se lleva a cabo sin cuestionar, sin reflexionar ¿por qué cree lo que cree? o ¿hace lo que hace? y en dividirnos como buenos aquellos que aceptan y comparten y los malos por pensar diferente.
Viviendo en su miserables costumbres de poco entender el origen, fue más fácil y natural hacer lo que los demás hacen... Mataron al hombre por pensar distinto aquellos que amaban al prójimo como a uno mismo.
El cielo vistió su tristeza gris e hizo llover profusamente aduciendo al llanto y enojo del espantoso crimen que horrorizó hasta los mismos paganos que unieron sus lágrimas con la lluvia.