Tu prójimo fué asaltado y robado,
está malherido,
en el camino que baja
de Jerusalén a Jericó.
Tu prójimo va hacinado en una barca,
va a un país extraño en busca de trabajo;
pero el sol, la sed y el hambre lo devora.
Tú prójimo duerme en la calle,
cubierto de camanchaca y cartón.
Tú prójimo - niño aún -
destruye su cerebro con drogas
en las calle de tu mismo barrio.
Tú prójimo camina y camina
en busca de un trabajo que no le dan.
Tu prójimo aderezado de bienes y joyas
tiene el alma partida por la pena.
Tú prójimo está tras la rejas de una cárcel
y pronuncia en voz baja,
la palabra libertad.
Tu prójimo parece diferente al resto,
porque es inválido y Dios lo ama igual.
Del prójimo asaltado y malherido,
que estaba en el camino
que baja de Jerusalén a Jericó,
fué bien atendido por un Samaritano.
No pases ignorando a tu prójimo
- el Divino Maestro -
dió su vida por el pròjimo.
Ora por el prójimo, hacinado en una barca.
Ora por el que duerme en la calle.
Ora por los que se drogan.
Ora por el cesante que llega con las manos vacías.
Ora por el rico que tiene el alma
partida por la pena.
Ora por el privado de libertad.
Ora por los discapacitados
De los frutos de tus dones
que te diò el Creador,
dá algo para el necesitado
y sentirás muy dentro de tí
una gran satisfacción
y regalarás sonrisas por doquier.