Y en las noches estrelladas
recuerdo todas las miradas,
cada una misteriosa,
cada una ilusionada,
pero no hay entre tantas una que desnude el alma.
Cuando llega la noche revivo los momentos,
todos tan míos, todos tan bellos, con sus enseñanzas.
Pero no hay uno por el que mi corazón lata.
Tantas experiencias,
como si de un drama se tratara,
tantos recuerdos de mis noches estrelladas.
Un beso, una sonrisa, una llamada,
una caricia, un ir y venir por la vida.
Todo esto pasa mientras la Luna se escapa.
Pero de todos esos recuerdos,
esos momentos,
no hay uno por el que mi corazón aún lata.
No hay quien llegue al alma,
y todo sigue siendo un anhelo en mis noches de estrellas y hadas.