Te fuiste y me trague el adiós,
Que tenía guardado por tanto tiempo,
Después de todo, el sueño se extinguió
Y los dos, que perdimos la razón sintiendo
Poco a poco fuimos alejando nuestro cuerpos
Del riesgo de amar y el peligro de lo incierto…
Me calla tu pura mentira
de cumplir con tu vida matando la mía,
Quedándote en silencio,
ahorrándote el temor de ser mi asesina,
Ahorrándote la molestia de darme muerte entre la vida...
Me calla el asombro de ver,
Como te fuiste de mis manos y yo sin saberlo,
De pronto mi vida ya no es tan mía,
Y lo que te di en un día
Con muy poca importancia lo arrojaste al viento…
Te fuiste y caí en el silencio por ignorar,
Que en ese momento tú estabas partiendo,
Esperaba como siempre que volvieras a mi vida,
Pero siempre existe un fin
Y todo ciclo llega a su último encuentro…
Crucemos nuestras miradas una vez más,
Sin advertir observadores, sin contar el tiempo...
Déjame ser una vez más,
Motivo de dudas, enigma de lo incierto...
Junta tus manos con las mías,
Como si no vacilara el mundo en unirnos,
Une tus latidos con mis aullidos
así mi animalidad se detendrá en el silencio...
Y podremos vivir nuestro final en medio de este sueño
Te fuiste ya sin decirme adiós,
Sin mirar la sangre que brota de mi y que me prohíbe vivir lo que siento,
Te fuiste y nunca te explique el porque de todas mis barreras,
De todo mi mal, de todos mis excesos...
Cruza tu aliento con mi gemido,
Déjame sentir tu calor en este invierno,
Moriré lentamente en el olvido.
Aunque no pase por mi el grito del tiempo,
Aunque no nazca ya de mi la sonrisa que marco nuestro cuento.
Aunque haya jurado vivir con el fin de ser vida
Y deje este mundo llevándome conmigo
El sueño y la esperanza que encierro...
Te fuiste ese día y sin decir adiós,
No te costo mucho olvidarme en un momento...
Aceptaste mi muerte y yo queriendo vivir...
Que triste ironía que tan pronto este tan muerto.
Vincent Onix - 2008