Magullado va el día
por este manto corinto
bordeando laderas sin nombre,
en los pliegues de mis manos.
Se escapa.
Otra nube rasgada en el oprobio,
de voces silenciadas por el sol
camuflado entre bambalinas purulentas.
Mi silueta deslizándose en estíos impávidos,
se escapa.
Como escapa el día
en lacerante desventaja
perdido en el fragor
de mil batallas filantrópicas
todavía vírgenes
catapultadas al olvido.
Magullado va el día..
en esta vidriera
revestida de metáforas en cajones,
peinada con púas de vientos retóricos.
Otro día más,
sin haber bebido el cáliz inmune del pecado
sin haber pecado inmune en tu boca.
Magullando va el día,
un filo de navaja
reverberando en la astilla del calendario;
posponiendo razones
amordazando corazones.
Volteado el dédalo cíclico
sin escapatoria posible de mi galera.
Veo pasar días erguidos
en la reseca umbría
de cántaros atragantados de comisuras,
y corolas rezumando asqueo.
Magullado va el día
me olvide
de mecerlo en mi regazo.
y ahora pernocta sobre cartones
de vacuos crepúsculos.