Le puedo pedir a la noche que calle,
que la luna hoy detenga su marcha
y se quede más tiempo, justo ahí…
por más horas iluminando mi almohada.
Le puedo pedir al grillo silencio,
que acompañe mi madrugada,
cuando intento poesías,
sin obtener una sola palabra.
Puedo gritar al cielo clemencia desde mi ventana,
borrando con lágrimas
y trozos de insomnio
las huellas que tu piel dejo impregnadas en mi cama.
Puedo pedirle al tiempo detenerse,
que mis noches sean eternas,
que mis días no tengan fin.
Puedo… no, no puedo
ordenarle a mi cerebro "olvida",
cuando este corazón insiste a cada momento
dibujar tu silueta en lo eterno de mi necio recuerdo.