Hoy he visto llorar
a la mujer que quiero tanto,
vi sus lágrimas derramar
en un amargo llanto.
La tristeza invadió mi mente
al ver como ella lloraba,
la angustia me dejo ahí, inerte,
pensando en aquello que la aquejaba.
Es el llanto de mujer
las penas de mi alma,
pues jamás quisiera volver a ver
las lágrimas de aquella dama.