Tu luna paso por mi norte,
disipando la oscuridad
de los cielos que en negra corte
abrían sus ojos para llorar.
Tu sol se posó en mi delírio,
locura del alba al rayar
ausencia que fuese martírio,
y el miedo de despertar.
Tu risa selló mi sentencia,
condena de esclavo a pagar
soy verdugo de tu ausencia
soy esclavo de tu amar.
Tu historia paso por mi lado,
mi historia ya no será igual,
a tu puerto ella se ha anclado
eternizado en ti a esperar.