Recuerdos…
acariciabas mi pelo
con ambas manos,
la yema de tus dedos
sutilmente
rozaban mi rostro,
bella, bella me decías
¡Musa de otros mundos!
Retocando mis ojos
aclaraste su color marino,
ruborizaste un poco
mis mejillas,
delineaste mis labios,
prolongando un poco
mi cuello,
desnudaste
mi cuerpo…
me mirabas
con ojos de ternura
acomodándome
en un diván de ensueños…
ahí quedé
un tiempo…
hasta que llegaste,
bajando
tus manos
a mis pechos,
amoldaste
mi cintura
y mi cuerpo,
quedé cómoda
como un retrato
inmóvil.
Veo gentes
que frente a mí
callados, silentes miran…
En las noches,
me dan ganas de volar
entre nubes
y neblinas húmedas,
quiero amar
como antes lo hacía,
y no puedo…
mi amiga albor
toma mi mano
dejándome
quieta, … en el muro.
¡Nuevamente
llegan gentes
a mirarme
solamente!
Si me fuera
cuando apaguen
las luces…
¿Dónde puedo ir
Desnuda?.
Creí en la bondad
de sus ojos…
y la ternura
que salpicaban.
Hoy me compran
me arropan y adornan
con celofanes finos
¿Dónde voy?...
Me acomodan
en una señorial
y bella casa,
una vez más
al más bello muro
me atan…
Tengo dueño
distinguido
maduro y gentil
solo habita
esta inmensa casa…
En las tardes
frente a mí
observa mi rostro
bebiendo un trago
de largas nostalgias…
Pasan los días
puntual y religiosa
su mirada,
me agrada él
y su compañía…
Me toma de la mano
y caminamos
por jardines extraños
de flores nocturnas
brillantes, fosforescentes
plenas de aromas
olores encantados.
Me recuesta
en un lecho de flores
me besa
y me confunden
los aromas,
fragancias dulces
caricias soñadas
me envuelve con su voz
lo miro y me encanta.
Vivo feliz
soy afortunada
me lee versos
que escribieron
antiguos poetas…
hicimos el amor,
ternura, pasión
desbordada…
Entró el sol
por las ventanas,
todo era luz
se esfumó
el trasgo
y las sombras
mágicamente,
lentamente
me fui
acercando
al muro
atándome
feliz…
complacida
y amada.