No se puede tapar al sol
con una mano
tampoco ignorar al amor
que se vivió con entusiasmo.
Hay que enlutar al rencor
que se haya suscitado,
al medir fuerzas
debe imperar sin vacilación,
el momento bienaventurado...
El odio debe ser como la vela
que se consume y apaga,
el amor, como la oración que se reza
cada día con esperanza...
Nunca se extingue la llama
de un instante sublime,
es algo que sustenta la memoria
del alma enamorada...
Adolfo César (NAZARENO)